A medida que transitamos por la vida las desigualdades sociales entre las cuales desarrollamos nuestra existencia se materializan en tensión con la agencia personal que ponemos en juego desde un punto de partida x1, en el cual contamos con cierto capital social (1), hasta un punto x2 cualquiera. En ese punto temporal x2 nuestro capital social (2) dependerá tanto de las desigualdades de la estructura social en la que estemos insertos como de las desigualdades entre las cuales nuestras vidas se han desarrollado. En particular las desigualdades que involucran a los ingresos, al nivel educativo y al género.
Llegar a viejo siendo mujer no es lo mismo que
llegar a viejo siendo hombre. La pobreza femenina entre las personas mayores es
un asunto de ingresos sí, pero también es un asunto de género. Depende de
ciertas características socioeconómicas de partida, pero está marcado por el lugar
que las mujeres han ocupado a lo largo de su vida. Por ejemplo, depende del lugar que han ocupado en el mercado de
trabajo, según cómo está organizado ese mercado de trabajo en una sociedad
determinada. También depende de los roles ejercidos desde las expectativas del
género (por ejemplo cuidar a los enfermos de la familia). En este contexto de
diferencias marcadas por los ingresos, el nivel educativo y el género es que
estas personas mayores se ponen en contacto con la sociedad red, con la posibilidad
de acceso en primer lugar y, luego, con la posibilidad de uso de Internet.
En Uruguay algunas de estas desigualdades se
pueden visualizar de la siguiente forma: algunos pocos hogares de personas
mayores concentran ingresos altos mientras la amplia mayoría está por debajo de
la media. Analizando datos de la Encuesta Continua de Hogares 2013 observé que el
percentil 50 ($26.672) y el tercer percentil ($43.588) de las personas que
tiene 65 años y más vive en hogares que tienen una media de ingresos menor que el promedio de ingresos que hay en los hogares de personas de 65 años y más ($44.153). En otras palabras, la media de ingresos en el 75% de los
hogares es menor que el valor promedio. Además, las mujeres de 65 años y más viven en hogares donde la
media de ingresos es menor que en los hogares donde viven hombres.
La comparación de la cantidad de hombres por
cada 100 mujeres (ratio) entre las personas de 65 años y más en Uruguay permite
observar diferencias de género en relación al nivel educativo: son más los
hombres que han finalizado los niveles educativos superiores (nivel 5 y 6 ISCED
97) y hay más hombres que mujeres que no han terminado primaria o que no saben
leer ni escribir. Pero, entre quienes terminaron la escuela primaria – que
corresponde a la mitad de los adultos de 65 años y más- hay una leve diferencia
en la proporción de hombres/mujeres: mientras en toda la muestra hay 66 hombres
por cada 100 mujeres de 65 años y más, entre los que terminaron la escuela
primaria hay 63 hombres por cada 100 mujeres.
A su vez, el acceso a Internet está fuertemente
marcado por las desigualdades económicas, educativas y de género. Los primeros
usuarios en todos los segmentos de edad siempre han sido los hombres, educados
de nivel socioeconómico alto. Y cuando
hablamos de acceso a Internet y de uso de Internet entre las personas mayores,
nos encontramos con estas desigualdades sociales sumadas a las de las diferentes
trayectorias de vida acumulada, que a veces quedan encerradas en ese indicador
cronológico que hay que significar y que llamamos edad.
En Uruguay esto se traduce en que la mitad de
las personas mayores usuarias de Internet* tiene entre 65 y 70 años, en que la
media de ingresos en los hogares que habitan las personas de 65 años y más que
usan Internet dobla la media de ingresos en los hogares de los mayores de 65
años que no usan Internet y que mientras en el grupo de 65 años y
más hay 66 hombres cada 100 mujeres, en el grupo de usuarios de Internet de 65 años y más hay 81
hombres cada 100 mujeres.
*Se considera usuario de Internet a aquel que ha ingresado en el último mes.
Conceptos importantes: Life-course perspective - gender - social capital
Algunas referencias
Binstock, R. H., George, L. K., Cutler, S. J., Hendricks, J ; Schulz, J. H. (2006). Handbook of aging and the social sciences. Boston: Academic Press, an imprint of Elsevier.
Phillips, J., Ajrouch, K. Hillcoat-Nallétamby, S. (2010). Key Concepts in Social Gerontology. SAGE Publications
Encuesta Continua de Hogares (Julio, 2014) - Ingresos de los hogares y de las personas